Consiste en la inyección presurizada de una mezcla de cemento con el fin de rellenar fisuras no accesibles en el terreno. El objetivo de este procedimiento es mejorar las características mecánicas del suelo, disminuyendo su permeabilidad. La presión de inyección se controla mediante el método GIN (Índice de Intensidad de Inyección), utilizando los mas modernos equipos y software especializados.